Renovación de las bodegas Tritium por Francesc Rifé

FECHA

27.12.2024

Francesc Rifé ha renovado las bodegas Tritium en La Rioja, fusionando la historia del edificio original del siglo XV con una moderna construcción de madera carbonizada. La recuperación del calado subterráneo y el diseño funcional conectan áreas de producción, catas y una sala polivalente, ofreciendo una experiencia que equilibra tradición y modernidad.

El diseñador y ponente de los programas MArch Francesc Rifé, cuyo estudio los estudiantes de la escuela visitan durante su viaje a Barcelona, ha renovado algunos de los espacios de las bodegas Tritium, ubicadas en el casco antiguo de Cenicero, La Rioja, combinando historia y modernidad en un proyecto que celebra la esencia del vino. En un diálogo armonioso entre lo tradicional y lo contemporáneo, el diseño integra la estructura original del siglo XV con una nueva construcción de líneas minimalistas y fachada de madera carbonizada, que evoca la forma de un barril. Este contraste entre pasado y presente es una metáfora visual del proceso vinícola, donde tradición e innovación se entrelazan.

La intervención incluye la recuperación de un calado subterráneo de 36 metros de largo, a 7 metros de profundidad, destinado al almacenamiento de barricas, catas y un cementerio de botellas. Este espacio, renovado con puertas de cristal gris fumé y estructura metálica, utiliza la luz de manera estratégica para revelar sus distintas áreas de forma gradual. Materiales como la madera teñida de roble, el acero negro y el pino quemado no solo otorgan una estética contemporánea y sobria, sino que también garantizan durabilidad y un entorno óptimo para la conservación del vino, destacando a su vez los elementos de piedra original.

El nuevo diseño racionaliza los espacios y optimiza el recorrido del visitante. Desde la recepción, se accede al calado a través de un pasillo que conecta con las zonas de producción, catas y logística, donde elementos acristalados permiten vislumbrar depósitos de acero, hormigón y cerámica. El recorrido culmina en una sala polivalente, que puede ser utilizada como comedor, espacio formativo o sala de catas, y una zona de ventas que da salida al exterior. Rifé logra así un proyecto funcional y emocional, donde cada detalle está pensado para enriquecer la experiencia del visitante y resaltar la conexión profunda entre el diseño y la tradición vinícola.