Qué ver en Barcelona: Una nueva arquitectura contemporánea
FECHA
17.01.2025
De la mano de estudios como el de Kengo Kuma, Barozzi Veiga, OAB · Ferrater, EMBT Miralles Tagliabue o Francesc Rifé, vinculados a MArch, encontramos nuevos reclamos en la ciudad condal con los que poder nutrirnos y aprender. Si bien en algunos casos son edificios o espacios que ya juegan un rol emblemático en su entorno y en la propia capital, en otros no son grandes obras de arquitectura, sino que más bien son intervenciones. Pero en ningún caso, la escala condiciona la calidad.
En primer lugar cabe destacar el Jardín Botánico de Barcelona, diseñado por OAB · Ferrater en colaboración con Òscar Tusquets, es un espacio que fusiona arquitectura contemporánea con naturaleza. Inaugurado en 1999 en Montjuïc, se dedica a la conservación de la flora mediterránea y otras regiones de clima similar. El jardín está dispuesto en terrazas, aprovechando las pendientes del terreno para organizar diversas áreas temáticas que representan ecosistemas de diferentes partes del mundo. Con materiales naturales, caminos sinuosos y vistas panorámicas de la ciudad, el jardín ofrece tanto un lugar de disfrute como un espacio educativo sobre la biodiversidad vegetal.
Otro edificio remarcable es el Mercado de Santa Caterina, diseñado por el estudio de arquitectura EMBT Miralles Tagliabue, es una de las intervenciones más destacadas de la arquitectura contemporánea en Barcelona. Su renovación se caracteriza por un diseño innovador que combina lo moderno con lo tradicional. La cubierta del mercado es una de sus principales señas de identidad, con una cubierta ondulada de colores vibrantes que recuerda a un mosaico, en contraste con la estructura original del edificio. Esta intervención no solo mejora la funcionalidad del espacio, sino que también crea un diálogo entre el entorno urbano y la arquitectura, haciendo del mercado un referente de modernidad sin perder el vínculo con la historia y el carácter del lugar.
En segunda instancia, el entorno del Passeig de Gràcia está repleto de estas intervenciones de microcirugía a modo de proyectos de interiorismo. Una de ellas es el rediseño del local de Nino Álvarez por Francesc Rifé, quien transforma el espacio en una composición sofisticada. Las baldosas de mármol Marquina, estantes de acero lacado y un mueble dorado destacan por su impacto visual y funcionalidad. Elementos como la climatización y la iluminación LED se integran discretamente, mientras un espejo fumé en el fondo crea efectos únicos, difuminando los límites entre lo real y lo reflejado. El mobiliario lacado en gris y las áreas de descanso equilibran líneas y texturas, otorgando al espacio un ambiente elegante y renovado para realzar sus colecciones
Por otro lado, el estudio italo español Barozzi Veiga ha diseñado para Aesop su nueva boutique, un espacio en tonalidades grises y de techos altos con un espacio cruzado por un trío de columnas. Pegadas a las paredes y en paralelo, un mostrador y una vitrina de acero bruñido se extienden a lo largo de las paredes.
Cerca de esta se sitúa la tienda de Camper, proyectada por Kengo Kuma. Ubicada en el emblemático Paseo de Gracia, justo frente a la Plaza Cataluña, es un espacio que destaca por su innovador diseño arquitectónico. Lo que la hace única es la incorporación de piezas cerámicas especiales que se distribuyen a lo largo de su perímetro. Estas piezas, de formas curvadas y cóncavas, no solo tienen una función estética, sino que sirven como estantes dentro de una red singular, creando una experiencia visualmente dinámica. Este concepto de “nueva piel tridimensional” sobre las paredes de la tienda proporciona una atmósfera única, que combina arte y funcionalidad, y que se integra perfectamente con la filosofía vanguardista de la marca.
Obra también de este prestigioso arquitecto japonés es la renovación de la visita a la Casa Batlló, donde ha diseñado un innovador recubrimiento para la escalera al final del recorrido, una intervención espacial que cubre la estructura con una nueva “piel” formada por cortinas metálicas entrelazadas. Estas cortinas generan formas sinuosas que, lejos de ser aleatorias, producen patrones orgánicos pero repetitivos, añadiendo una dimensión contemporánea al espacio. Este proyecto, realizado en colaboración con el iluminador italiano Mario Nanni, rinde homenaje a la maestría del uso de la luz en la Casa, reinterpretando el impresionante trabajo de Gaudí y reforzando la conexión entre la arquitectura y la luz.
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