Pista de atletismo de Olot por RCR Arquitectes

FECHA

06.01.2025

La pista de atletismo de Olot es un proyecto diseñado por los ganadores del Pritzker 2017, RCR Arquitectes, quienes también dirigen el workshop Sentir el lugar en el programa MArch Advanced en arquitectura, diseño y business administration. Construida entre 1999 y 2001, es un ejemplo destacado de integración entre deporte y naturaleza. Ubicada en el límite entre la ciudad y un parque natural junto a un río, su emplazamiento se seleccionó cuidadosamente para respetar el entorno. Los arquitectos evitaron talar un conjunto de robles de crecimiento lento, optando en su lugar por situar la pista en un claro previamente utilizado como zona de cultivo. Esta elección permite que la pista y el bosque establezcan relaciones de proximidad y lejanía, integrando las gradas como bancales naturales que se confunden con los taludes del paisaje.

El diseño funcional de la pista no solo cumple con las necesidades deportivas, sino que también realza la conexión entre el espacio urbano y la naturaleza que la rodea. Uno de los elementos más destacados es la gran puerta de entrada, compuesta por una cubierta suspendida entre dos muros ortogonales, que actúa como un filtro visual y físico. Este acceso guía a los usuarios hacia la pista mientras establece una transición fluida entre los diferentes espacios. Un cierre de vidrio acompaña esta estructura, reflejando el bosque circundante y permitiendo una continuidad visual que refuerza la sensación de inmersión en el paisaje. Este diseño, caracterizado por su sencillez y sensibilidad, convierte la pista en un espacio donde la funcionalidad se entrelaza con el respeto por la naturaleza, consolidándola como un referente de arquitectura sostenible y emocionalmente conectada con su entorno.

La pista de atletismo de Olot trasciende su función como espacio deportivo para convertirse en una obra maestra que celebra el diálogo armónico entre la actividad humana y el entorno natural. RCR Arquitectes han logrado que el bosque no sea un mero telón de fondo, sino un actor principal en el diseño, reflejado en el uso de materiales y formas que respetan y enaltecen el paisaje circundante. Las gradas, cuidadosamente integradas como bancales naturales, parecen emerger del terreno, reforzando la conexión visual y emocional con el bosque, mientras los juegos de luces y sombras creados por los elementos arquitectónicos subrayan su vínculo con el entorno. Este proyecto no solo respeta la naturaleza, sino que también la pone en valor, utilizando la arquitectura como herramienta para narrar la relación intrínseca entre el hombre y el paisaje. A través de detalles cuidadosamente diseñados, como la continuidad visual que ofrecen los materiales reflectantes y la disposición del espacio que fomenta la contemplación, el proyecto transmite una profunda sensibilidad hacia el lugar. Esta integración no compromete las funciones prácticas del espacio, que responde plenamente a las necesidades deportivas y culturales, sino que las enriquece, creando un entorno que inspira y educa sobre la importancia de preservar y convivir con la naturaleza. La pista de Olot es un ejemplo paradigmático de cómo la arquitectura puede trascender su propósito inicial para convertirse en un símbolo de sostenibilidad y respeto ambiental. Es una obra que invita a reflexionar sobre la capacidad de diseño para construir un puente entre lo humano y lo natural, recordándonos que la verdadera innovación reside en encontrar soluciones que no solo sean funcionales y estéticas, sino también éticas y profundamente conectadas con su contexto.

MARCH VALENCIA | ARQUITECTURA Y DISEÑO

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